Usar la venganza con el más fuerte es locura, con el igual es peligroso, y con el inferior es vileza. ¿Cuál de estas tres opciones es el camino por el que ha optado Carol, la cántabra repescada en Gran Hermano 11. Hasta ahora se había dejado querer por Arturo, pero ya se ha dejado hasta tocar. El domingo, en el jacuzzi, permitió que la larga mano del vasco llegara hasta su cuerpo sumergido en el agua. Solventó la situación con un grito, pero Arturo se tuvo que quedar un rato meditando si no le convendía abandonar el concurso. La clave de la situación se vio horas después en la fiesta: Carol reconoció que está esperando a que Indhira explote. Ella, por su parte, no deja de llorar quejándose de que no tienen escrúpulos. (Fuente: telecinco.es)
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